Por fin parece que llega el “temido” momento del cambio de armario. Como es inevitable, es mejor tomarlo con filosofía y, en todo caso, intentar aprovechar lo mejor posible las posibilidades de nuestro espacio.
Prendas colgadas
Está claro que es la forma más cómoda de guardar la ropa. Colgar nos ahorra doblar y si tenemos la precaución de poner una sola prenda por percha y abrochar el botón superior, la ropa no se arruga y se mantiene perfecta. Así que prioriza colgar todo lo que puedas. Por ello también es importante que descartes lo que no usas o al menos lo retires del armario, ¡que nada te robe espacio a la ropa que usas y disfrutas!
Prendas dobladas
Para decidir de qué forma guardar y doblar la ropa has de tener en cuenta el espacio del que dispones: cajones y estantes, y el tipo de tejido de la prenda. Los cajones pueden tener diferentes alturas que condicionan lo que podemos guardar o cómo podemos guardarlo.
Cajones poco profundos
De hasta 10 cms aproximadamente, en estos cajones lo ideal es guardar ropa interior, calcetines doblados (no hagas bolas), medias y foulards de tejido ligero, ya sea doblados o enrollados. También puedes dedicar este tipo de cajones a guardar complementos como gafas de sol, joyas y bisutería en organizadores de fieltro.
Si tienes este tipo de cajones también puedes guardar las camisetas, dobladas en tres partes (en lugar de por la mitad), para que te queden como un pequeño rectángulo y guardarlas de forma escalonada, de forma que te queden todas a la vista. De esta forma te pueden caber entre tres o cuatro camisetas según el largo del cajón. Si las doblas con la tabla de doblado, te quedarán todas al mismo ancho y optimizarás mejor el espacio.
Cajones medianos
Son los más comunes, de aproximadamente 15 cm de altura. Aquí puedes guardar camisetas de algodón dobladas en vertical, la ropa de deporte doblada en paquete para que quede compacta, también jerseys finos. Según el tejido, sino se aguantan doblados en vertical, puedes enrollarlos suavemente. No temas que el doblado vertical te arrugue la ropa. Si doblas bien y no apretujas la ropa, se mantiene mejor y ordenada más tiempo. ¡Garantizado!
Cajones profundos
Son los menos prácticos pues normalmente se desaprovecha la altura. En este caso pueden ir doblados en vertical los pantalones vaqueros o de tejidos como el algodón. Y también puedes guardar jerseys de lana, bufandas u otras piezas de tejido grueso. Plantéate también la posibilidad de guardar los bolsos, es una buena opción.
Como ves, la clave es doblar las prendas acorde con la altura del cajón y que te permita colocarlas en forma de archivo, para que te quede todo a la vista.
Estantes
Los estantes son muy prácticos pero, si están muy separados, desaprovechamos mucho espacio. Si tienes posibilidad encarga más estantes, en Leroy Merlin puedes comprarlos y que te los corten a medida. Por otra parte puedes reconvertirlos en cajones simplemente colocando la ropa en organizadores, cajas o cestas. Si apilas la ropa dura muy poco ordenada, ya que al sacar las prendas es fácil que todo se descoloque aunque vayas con cuidado.
Y recuerda, previo a guardar, revisa y descarta, no dediques tiempo ni espacio a lo que no usas.
¡Feliz cambio de armario!
👏👏⚘
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Un saludo!
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